Meprobamato

compuesto químico

El meprobamato es un fármaco ansiolítico derivado del carbamato. Al igual que su congénere, el tibamato, es miembro de una clase química llamada propanodioles, pero que es farmacológicamente muy similar a los barbitúricos.[1]

Meprobamato
Nombre (IUPAC) sistemático
Nombre IUPAC
[2- (carbamoiloximetil) -2-metilpentil] carbamato
Identificadores
Número CAS 57-53-4
Código ATC N05BC01
Código ATCvet No adjudicado
PubChem 4064
DrugBank DB00371
Datos químicos
Fórmula C9H18N2O4 
Peso mol. 218.2502 g/mol
CCCC(C)(COC(=O)N)COC(=O)N
Datos clínicos
Nombre comercial Equanil®; Miltown®
Uso en lactancia Posiblemente peligroso. (en todos los países)
Estado legal Grupo II (MEX)
Vías de adm. Vía oral

El medicamento fue empleado en la terapia de los trastornos de ansiedad o para el alivio a corto plazo de los síntomas de la ansiedad.[2]

Descripción

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El Meprobamato es un polvo cristalino blanco inodoro. Sabor amargo. Las soluciones en agua son neutras o ligeramente ácidas.[3]

Antecedentes

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El meprobamato fue creado por Bernard John Ludwig y Frank Milan Berger en mayo de 1950 mientras laboraban en Carter Products. Se vio utilidad del meprobamato para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada y se introdujo en la terapia clínica en 1955. El meprobamato era un relajante muscular "central" y se basó en la estructura de la mefenesina, un antiespasmódico. Pronto se vio que la eficacia del meprobamato era limitada y que además podría causar dependencia. Este descubrimiento ocurrió en un momento en que se notó la actividad ansiolítica del clordiazepóxido, la primera benzodiazepina.[2]

Efectos secundarios y adversos

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Los efectos no deseados incluyen dolores de cabeza, excitación paradójica, confusión, deterioro cognitivo y psicomotor y confusión en los ancianos.[2]

Desventajas

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La interacción con el alcohol puede ser peligrosa. Provoca depresión respiratoria y es tóxico en caso de sobredosis. El uso a largo plazo puede inducir dependencia con reacciones de abstinencia severas. El uso y abuso recreativo puede ocurrir, por lo que es una sustancia controlada.[2]

El meprobamato es el metabolito activo[4]​ del relajante muscular carisoprodol, sin embargo, este último fue retirado de la lista de sustancias controladas.

Uso en embarazo y lactancia

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Pocas indicaciones existen para el meprobamato en la mujer embarazada. Si se requiriera, se debe evitar el primer trimestre ya que es la opción más segura, pero la exposición inadvertida no parece representar un riesgo importante.[5]​ Estudios de vigilancia no respaldaron las asociaciones con defectos reportados en estudios anteriores. En esos estudios, los defectos pueden haber ocurrido por casualidad o haber sido causados por factores no identificados. Además, el meprobamato es el metabolito activo del carisoprodol. Ese agente se ha usado durante el embarazo sin causar defectos de nacimiento.[4]

El meprobamato se excreta en la leche materna en concentraciones 2 a 4 veces mayores que las del plasma materno. La falta de efectos adversos detectables en lactantes sugiere que el riesgo de toxicidad es bajo, al menos en los bebés que también estuvieron expuestos durante el embarazo. Iniciar meprobamato durante la lactancia puede tener diferentes resultados en un lactante. El Formulario Nacional Británico recomienda no emplear el fármaco mientras amamantan a sus bebés.[5]​ Las mujeres que toman meprobamato y que eligen amamantar deben vigilar de cerca a sus bebés para detectar sedación y otros cambios en el comportamiento o las funciones.[4]

Referencias

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  1. Stahl, Stephen M. (2000). Essential psychopharmacology: neuroscientific basis and practical applications (2. ed. edición). Cambridge [u.a.]: Cambridge Univ. Press. p. 324. ISBN 0-521-64154-3. 
  2. a b c d Stolerman, Ian P. (2010). «History of Psychopharmacology». Encyclopedia of Psychopharmacology (PDF) (en inglés) (Online-Ausg. edición). Berlin, Heidelberg: Springer-Verlag Berlin Heidelberg. ISBN 978-3-540-68706-1. 
  3. «Meprobamate». CAMEO Chemicals version 2.7 rev 2. (en inglés). National Oceanic and Atmospheric Administration. 
  4. a b c Briggs, Gerald G.; Yaffe, Sumner J.; Freeman, Roger K. (2015). Drugs in pregnancy and lactation: a reference guide to fetal and neonatal risk (10a edición). p. 619. ISBN 978-1-4511-9082-3. 
  5. a b Sweetman, Sean C. (2009). Martindale: The Complete Drug Reference (36th ed. edición). Pharmaceutical Press. p. 1006. ISBN 9780853698401.