Ir al contenido

Corredor ecológico

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Todas las estructuras que actúan como corredor biológico no son tan fáciles de identificar como estos bosques ribereños en Indiana (Estados Unidos). Algunos corredores pasan desapercibidos a la vista, pero son funcionales y vitales para las especies que los utilizan y que tienen necesidades especiales como por ejemplo la humedad, la acidez o la pureza del agua. Nótese en la foto la presencia de carreteras que fragmentan el espacio ecológico.
En este paisaje los bosques ya no están conectados físicamente. Muchos invertebrados quedan de esta manera aislados en el bosque. Sin embargo, jabalíes y ciervos todavía pueden fácilmente pasar de un bosque a otro.

Un corredor ecológico, corredor biológico, corredor verde o corredor de conservación es una ruta diseñada para conectar áreas naturales que comparten características ambientales similares[1]​ con el objetivo de preservar la biodiversidad, prevenir la fragmentación de los hábitats y favorecer la migración, dispersión, vinculación e interrelación de poblaciones de flora y fauna silvestres.[2]

El establecimiento de corredores ecológicos es una estrategia efectiva de conservación.[3]​ Los corredores ecológicos mantienen la composición, estructura y función de los ecosistemas y del paisaje que unen. Está integrado por áreas naturales bajo regímenes de administración especial, como zonas núcleo, parques nacionales, de amortiguamiento, o de usos múltiples.[4]

Los conceptos de corredor biológico y corredor ecológico se derivan de la ecología del paisaje, una de las ramas de la biogeografía.[5]​ Describen las estructuras del paisaje ecológico (sitios y redes de sitios) que reúnen las condiciones para el desplazamiento de una especie (animal, vegetal u hongos) o de la comunidad de especies, o de sus genes. Todos estos corredores conforman, en el marco de una malla compleja, la red ecológica a nivel local y mundial.

Propósito

[editar]

Los corredores biológicos están diseñados para proteger el conjunto de especies nativas y cumplir con las funciones básicas de conectividad al tiempo que se maximizan el uso sostenible del bosque y los beneficios derivados de los servicios ambientales.

Según Forman, los corredores resuelven seis problemas de política pública: diversidad biológica, recursos acuíferos, agricultura y productos de madera, recreo, comunidad y cohesión cultural, y cambio climático.[6]: 109 

Ventajas e inconvenientes

[editar]

Un determinado corredor ambiental se constituye en un enlace continuo o casi continuo de áreas protegidas rodeadas por un ambiente inhóspito. El corredor solo ejercerá una función facilitadora para las especies asociadas a este hábitat específico. Como ejemplos de corredores se pueden mencionar los que son formados por setos de linderos en determinados paisajes agrícolas, corredores constituidos por los cauces y riberas de los ríos, corredores forestales, etc.

El aumento de la tasa de inmigración podría tener: Ventajas potenciales, estas podrían ser:

  • Aumentar o mantener estable la riqueza y diversidad de especies en el territorio;
  • Aumentar tamaños poblacionales de especies, y disminuir la tasas de extinción;
  • Permitir el restablecimiento de poblaciones localmente extintas;
  • Mantener la variabilidad genética poblacional;
  • Proveer áreas de alimentación o desplazamiento para especies mayores;
  • Proveer hábitat de cobertura contra predadores;
  • Proveer una heterogeneidad de hábitats para especies que requieren una variedad de hábitats para su ciclo de vida.

Pero también podrá tener desventajas potenciales, estas podrían ser:

  • Facilitar la transmisión y dispersión de enfermedades, plagas, especies invasoras y exóticas;
  • Facilitar la dispersión de fenómenos de perturbación abiótica (fuego, plagas);
  • Aumentar la tasas de depredacón o cacería

Diseño

[editar]

El análisis de variables territoriales como la vegetación, la temperatura, la proximidad a masas de agua o la presencia de otras especies clave puede ayudarnos a identificar potenciales trazados que permitan desplazarse a las especies. Los denominados procesos de álgebra de mapas ofrecidos por los Sistemas de Información Geográfica (SIG) comienzan a tomar relevancia a la hora de proyectar y planificar estos trazados territoriales, optimizando las variables más apropiadas para la dispersión de las especies.

Algunas de las herramientas clave para conseguir proyectar y planificar un corredor son Linkage Mapper[7]​ o Corridor Designer.[8]​ La primera de ellas permite conectar múltiples hábitat mediante trazados lineales. La segunda permite conectar espacios, dos a dos, por medio de franjas de mayor o menor anchura dependiendo de los requerimientos ecológicos del territorio.

Ejemplos

[editar]

Europa

[editar]

África

[editar]

América Central

[editar]

América del Sur

[editar]

Referencias

[editar]
  1. Vicente, Mikel Gurrutxaga San; Valencia, Pedro J. Lozano (27 de noviembre de 2008). «Evidencias sobre la eficacia de los corredores ecológicos: ¿Solucionan la problemática de fragmentación de hábitats?». Observatorio Medioambiental 11: 171-183. ISSN 1988-3277. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  2. «Corredores biológicos». www.biodiversidad.gob.mx. Archivado desde el original el 25 de octubre de 2019. Consultado el 24 de marzo de 2020. 
  3. Beier, Paul; Noss, Reed F. (1998). «Do Habitat Corridors Provide Connectivity?». Conservation Biology (en inglés) 12 (6): 1241-1252. ISSN 1523-1739. doi:10.1111/j.1523-1739.1998.98036.x. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  4. Freile, Juan; Ron, Karina; Paredes, Telma; Onofa, Ángel; Pardo-González, Allison; Ordóñez-Delgado, Leonardo (2022). Guía para conocer e implementar corredores de conectividad en Ecuador. [object Object]. doi:10.13140/rg.2.2.23733.86248. Consultado el 8 de junio de 2024. 
  5. Freile, Juan Fernando; Pardo-González, Allison (Abril 2022). «Corredores de conectividad en los Andes del norte: revisión de experiencias / Connectivity corridors in the northern Andes: review of experiences.». Áreas Naturales Protegidas Scripta. doi:10.18242/anpscripta.2022.08.08.01.0001. Consultado el 7-5-2024. 
  6. a b c Bennett, Andrew F. (2004). Enlazando el paisaje : el papel de los corredores y la conectitividad en la conservación de la vida silvestre. IUCN. ISBN 978-9968-743-86-0. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  7. «Google Code Archive - Long-term storage for Google Code Project Hosting.». code.google.com. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  8. «GIS Tools and Information for Designing Wildlife Corridors - Corridordesign.org». corridordesign.org. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  9. Corredor verde de las dos Bahías en la web de la Junta de Andalucía
  10. Cádiz, Diario de (19 de febrero de 2011). «El alcalde reclama a la Junta que permita la legalización de las viviendas del corredor verde». Diario de Jerez. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  11. «Corredor Biológico Talamanca - Caribe». www.corredortalamanca.org. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  12. «Establecimiento de un Programa para la Consolidación del Corredor Biológico Mesoamericano (PCCBM).». www.sica.int. Consultado el 25 de marzo de 2020. 
  13. «CORREDOR VERDE». Ministerio de Ecología - Misiones. 26 de marzo de 2018. Consultado el 25 de marzo de 2020. 

Bibliografía

[editar]
  • CBM (Corredor Biológico Mesoamericano) - México. 1998. Memorias de Taller Corredor Biológico Mesoamericano México. SEMARNAP / PNUD / BM. 166 pp.
  • CCAD (Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo). 1992. Convenio para la conservación de la biodiversidad y protección de áreas silvestres prioritarias en América Central. 12 pp.
  • Galindo-Leal, 2000. La ciencia de la conservación en Latinoamérica. Interciencia 25: 129-135
  • García, R. 1996. Proyecto Corredor Biológico Mesoamericano. Informe Técnico Regional. CCAD. Costa Rica. 108 pp.
  • Godoy, J. C.; Cardona, J. 1996. Propuesta técnica para desarrollar el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas y sus Corredores Ecológicos. Informe de país. PNUD RLA/95/G41. 94 pp.
  • Noss, R. F. 1987. Corridors in real landscapes: a reply to Simberloff and Cox. Conservation Biology 1: 159-64.
  • Noss, R. F. 1990. Indicators for monitoring biological diversity: an hierarchical approach. Conservation Biology. 4: 355-364.
  • Salas, A. y Mc Carthy, R. 1999. Las Áreas Protegidas de Centroamérica. Ciencias Ambientales no. 16: 26-39.
  • Ugalde, A.; Godoy, J. C. 1992. Áreas Protegidas de Centroamérica. Informe al IV Congreso Mundial de Parques Nacionales y Áreas Protegidas. Guatemala. UICN. 101 pp.
  • Wilson, E. O.; Willis, EO. 1975. Applied biogeography. Pp. 522- 534. Ecology and evolution of communities. Eds. M. L. Cody and J. M. Diamond. Belknap Press, Cambridge, Massachusetts.
  • Soto, Méndez Michel (2021) . AmistOsa: el corredor biológico que conecta las nubes con el mar en Costa Rica. Mongabay, periodismo ambiental independiente.