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Formación Pizarras de Luarca

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Formación Pizarras de Luarca, también conocida como Formación Luarca, es el nombre de una formación geológica en la zona Asturoccidental-Leonesa (ZAOL), al noroeste de la península ibérica. Data del Ordovícico Medio y estratigráficamente se sitúa sobre la Serie de Los Cabos. Es generalmente pobre en fósiles. En la sucesión pizarrosa, rica en minerales de hierro, destacan los niveles de pizarras negras duras, de interés económico como material de construcción.[1]

Estratigrafía

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La Formación Luarca es característica de la Zona Asturoccidental Leonesa (ZAOL) y no tiene equivalente estratigráfico en la Zona Cantábrica, excepto en la región del cabo de Peñas.[2]​ También aflora en el siclinorio de las Truchas, en el Dominio del Ollo de sapo en la Zona Centroibérica. Está situada sobre las niveles cuarcíticos superiores de la serie de Los Cabos y se estima que empezó a depositarse en el Ordovícico bajo, mientras que su techo puede situarse en el Ordovíco Medio o Superior.[1]​ En el Dominio del Navia y Alto Sil de la ZAOL se deposita sobre ella la Formación Agüeira y, en el cabo de Peñas, la Formación Castro. En el sinclinal de Truchas, se sitúan sobre ella las formaciones Casaio, Rozadais y Losadilla.[3]​ Su espesor y estructura varía en los diferentes dominios de la zona geológica, pero en general, se pueden distinguir tres miembros:[1][4]

  • Un miembro inferior, caracterizado por una transición gradual a niveles de pizarras a partir de las cuarcitas superiores de la serie de los Cabos, con intercalaciones arenosas. En el Sinclinorio de Truchas, este miembro presenta un espesor considerable, con abundancia de elementos cuarcíticos y recibe el nombre de «Miembro de Rubiana».
  • Un miembro medio cuarcítico, conocido como «Cuarcita de Sabugo».
  • Un miembro superior compuesto de pizarras negras.

Paleontología

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La formación Luarca es relativamente pobre en restos fósiles. En el Miembro de Rubiana se han hallado icnofósiles, sobre todo de Cruziana y restos aislados de trilobites y graptolitos del Arenig (Ordovícico Inferior). Entre los graptolitos se encuentran representantes de los géneros Didymograptus, Acrograptus, Nicholsonograptus y Archiclimacograptus; los trilobites pertenecen a los géneros Neseuretus, Pradoella, Colpocoryphe, Placoparia, Ectillaenus, Asaphellus, Asaphidae y Basilicus. Más raramente aparecen moluscos y braquiópodos. En la franja entre las provincias de Lugo, Orense, León y Zamora es común Didymograptus murchiso en los niveles superiores de la formación. Los fósiles más distintivos del miembro superior son los braquiópodos pertenecientes al orden Orthida, caracterizados por el grosor de las costillas de la concha; son especialmente abundantes en el nivel a entre 5 y 15 metros del techo de la formación; en la misma posición se hallan varias clases de moluscos, como bivalvos, rostroconchia, gasterópodos y cefalópodos, así como trilobites. Con base en la presencia del bivalvo Cadonia britannica, se estima que este miembro se depositó entre el Ordovícico Medio y el Superior.[1][5]

Ambiente de formación

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Las especies de fósiles halladas en la formación y su distribución llevan a pensar que los sedimentos que la comprenden se depositaron en medios marinos relativamente someros, cuya profundidad disminuyó durante el Ordovícico Medio, creando condiciones favorables para el incremento de la fauna los organismos bentónicos, y volvió a aumentar posteriormente con un desarrollo distinto en los diferentes dominios.[1]

Recursos naturales

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Pizarra para techar

La roca extraída de los niveles pizarrosos de la formación se utiliza en la construcción, como pizarra ornamental y para el techado. El tamaño homogéneo del grano de la pizarra, que varía entre medio y fino, y su esquistosidad facilitan su exfoliación y explotación de los yacimientos, sobre todo en el sinclinal de Truchas y Dominio del Caurel.[6]​ Las canteras de Valdeorras (Orense) y La Cabrera (León) son las más productivos de España, a su vez el mayor productor del mundo para pizarras de techar.[7]​ Entre las características de estas pizarras destacan la resistencia al agua y su durabilidad, debido a la baja permeabilidad y al bajo contenido de minerales arcillosos.[8]

En su tramo basal, la formación contiene minerales de hierro constituidos en depósitos sedimentarios. Se encuentran magnetita, siderita y clorita, junto con cristales de sulfuros metálicos, como pirita, arenopirita, marcasita y calcopirita. Los contenidos de hierro oscilan entre el 47 y el 55 %. También aparecen mineralizaciones de wolframio, con concentraciones muy variadas del metal, entre las 50 y 10 000 ppm.[9]

Referencias

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  1. a b c d e Gutiérrez Marco, Juan Carlos (1983). «Nuevos datos para el conocimiento bioestratigráfico de las pizarras de Luarca en la zona Astur Occidental-Leonesa (N.O. de España)» (PDF). Cadernos do Laboratorio Xeolóxico de Laxe: Revista de xeoloxía galega e do hercínico peninsular (6): 71-76. ISSN 0213-4497. Archivado desde el original el 14 de julio de 2014. 
  2. Bastida, F. y Aller, J. «La estructura varisca a través de la Zona Astur-occidental-leonesa (NO de la Península Ibérica)» (PDF). Geo-Guías 9: 101-136. Archivado desde el original el 14 de julio de 2014. Consultado el 13 de julio de 2014. 
  3. Ugidos, J.M.; Barba, P.; Lombardero, M. (2004). «Caracterización geoquímica de las pizarras negras de las formaciones del Ordovícico Medio-Silúrico del sinclinal de Truchas» (PDF). Geogaceta 36: 27-30. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 17 de julio de 2014. 
  4. Aramburu, C. Y Bastida, F. Geología de Asturias. Gijón: Ediciones Trea S.L. ISBN 9788489427303. 
  5. «Revisión bioestratigráfica de las pizarras del Ordovícico Medio en el noroeste de España (zonas Cantábrica, Asturoccidental-leonesa y Centroibérica septentrional». Acta Geologica Hispanica 34 (1): 3-87. 1999. 
  6. Martínez Frías, Jesús (1992). Recursos minerales de España. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ISBN 9788400072636. 
  7. Gómez-Fernández, F.; Castaño, M. A.; Bauluz, B.; Ward, C. R. (2009). Evaluación de la fisibilidad y durabilidad de pizarras de techar mediante microscopía óptica y SEM 59 (296). pp. 91-104. doi:10.3989/mc.2009.44007. 
  8. Ruiz de Argandoña, V. G.; Calleja, L (1990). «Comportamiento hídrico de pizarras de techar» (PDF). Materiales de construcción 40: 53-58. 
  9. Ruiz Arias, F; Luque Cabal, C (1988). «Metalogenia de la Zona Asturoccidental Leonesa» (PDF). Rev. Soc. Geol. España 1: 239-247. Archivado desde el original el 28 de junio de 2012. Consultado el 13 de julio de 2014.