Usuario:Ivanbetanco43/Asesinato de Lacey Fletcher

Un wikipedista está trabajando actualmente en esta página. Puede tener lagunas de contenido o deficiencias de formato. Si quieres, puedes ayudar y editar, pero antes de realizar correcciones mayores contáctalo en su página de discusión o en la de la página para poder coordinar la redacción. La finalidad de este mensaje es reducir los conflictos de edición. Si el trabajo de edición se concentra en una sección coloca allí la plantilla para permitir a otros editar la página.

Este es el taller de Ivanbetanco43. Un taller de usuario es una subpágina de usuario que sirve para iniciar el desarrollo de artículos o realizar pruebas. Esto no es un artículo de la enciclopedia. También puedes realizar pruebas de edición desechables en la zona de pruebas común, o crear otros talleres o subpáginas.

El 3 de enero de 2022, el 911 informó que Sheila Fletcher (madre), de 66 años, y Clay Fletcher (padre), habían encontrado a su hija Lacey Ellen Fletcher, de 36 años, muerta en su sofá. Se reveló que durante al menos 12 años, Lacey Fletcher había sido descuidada por sus padres después de no poder salir de su casa debido a un deterioro de la salud cognitiva. Se descubrió que después de este deterioro, Sheila y Clay habían dejado a su hija en su sofá para que sufriera en sus excrementos y permitieron que los insectos se comieran su cuerpo, sin intentar conseguirle atención médica. El asesinato obtuvo una importante cobertura mediática debido a la naturaleza espantosa del crimen.

Lacey Fletcher era autista, y según se informa, sufrió acoso escolar en la secundaria. Sus padres, Sheila y Clay Fletcher, se retiraron más tarde de la escuela para que estudiaran en casa. Se sabe que Sheila y Clay se quejaban de Lacey y afirmaban que no querían cuidarla cuando se convirtierían en padres.

Cuando Lacey tenía 24 años, un deterioro en su salud cognitiva la llevó a no poder salir de casa. Lacey sufría un trastorno neurológico llamado síndrome de enclaustramiento, tenía síndrome de Asperger y luchaba contra la ansiedad social, dijeron sus padres. Se quedó confinada en el sofá de cuero de la familia, y en lugar de buscar asistencia médica, Sheila y Clay la dejaron en el sofá. La dejaron sin atención durante mucho tiempo, que luego tiempo después, la encontraron muerta cubierta de excremento. Se informó que los insectos y los gusanos estaban devorando su cuerpo y se había fusionado con el sofá de cuero.

Tras el deterioro cognitivo de Lacey, que la llevó a no poder salir de casa, Sheila y Clay la dejaron en el sofá y colocaron toallas para que les fuera más fácil limpiar las heces y la orina de Lacey. El resto de la casa estaba limpio, excepto el sofá, donde Lacey no podía moverse de forma independiente. Con el tiempo, la ropa de Lacey ya no le quedaba bien y simplemente se le caía del cuerpo. Clay y Sheila se iban con frecuencia durante días para irse de vacaciones, dejándola morir de hambre. Con el tiempo, sus músculos se atrofiaron y las alimañas comenzaron a comer sus extremidades debajo del sofá, dejando excrementos de ratón y gusanos para que prosperaran en el espacio. Había señales de que había estado tratando de levantarse del sofá para evitar el dolor. Aun así, debido a la desnutrición severa y la atrofia de los músculos de sus piernas, no podía hacerlo.[3] Su cuerpo se fusionó con los cojines de cuero del sofá mientras estaba cubierta de orina y heces, así como de gusanos que vivían en su cabello y dentro de ella. Sufrió hambre e infecciones óseas, lo que finalmente la llevó a una sepsis, que provocó su muerte.

El 3 de enero de 2022, Sheila llamó al 911 y declaró que había encontrado a Lacey muerta en su sofá. Los servicios de emergencia y el forense llegaron a la casa y descubrieron el cuerpo muerto de Lacey, parcialmente vestido y desnutrido, de 96 libras (44 kg) fundido en el sofá de cuero, con claros signos de abandono. Se determinó que Lacey había estado muerta durante uno o dos días antes de que Sheila finalmente decidiera llamar al 911. Sheila y Clay mintieron a la policía, diciendo que Lacey había decidido permanecer en esas condiciones durante 12 años. Su autopsia dictaminó que su muerte fue un homicidio. Los investigadores declararon que no podían dormir ni comer después de investigar el asesinato debido a la angustia mental que les causó la naturaleza espantosa del caso.[4][5]