Salón de plenos

Organización

La Academia, para cumplir con el fin —recogido en sus estatutos— de velar por la unidad y el buen uso de la lengua española mediante sus actividades, obras y publicaciones, se organiza en Pleno y en comisiones que se reúnen periódicamente. El funcionamiento académico está ordenado en los estatutos y el reglamento vigentes de la corporación.

El Pleno, integrado por los académicos numerarios, se ocupa de todos los asuntos lingüísticos o literarios, gubernativos, económicos y de cualquier otro orden. En el desempeño de sus tareas, el Pleno cuenta con la ayuda de la Junta de Gobierno y de las distintas comisiones.

Al servicio de los trabajos que la institución desarrolla en Pleno o en comisiones, funcionan el Instituto de Lexicografía y los distintos departamentos integrados por los filólogos y lexicógrafos, que realizan las tareas de apoyo para la elaboración de las obras académicas.

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Sala de reuniones de la Junta de Gobierno de la RAE.

El órgano ejecutivo ordinario de la Academia es la Junta de Gobierno, que se reúne al menos una vez al mes. La preside el director de la corporación y está constituida, además, por el vicedirector, el secretario, el censor, el bibliotecario, el tesorero, el vicesecretario y dos vocales adjuntos. Todos estos cargos son electivos cada cuatro años —dos en el caso de los vocales— y prorrogables solo una vez. El director, excepcionalmente, puede optar a un tercer mandato.

La composición actual de la Junta de Gobierno es la siguiente:

Salón de plenos de la Academia

El Pleno está formado por los académicos numerarios, que participan en términos de igualdad, con voz y voto. Es el máximo órgano de gobierno de la Academia, al que corresponde resolver todos los asuntos lingüísticos o literarios, gubernativos, económicos y de cualquier otro orden. Celebra sus sesiones semanales los jueves por la tarde, a lo largo de una hora, bajo la presidencia del director.

Tras aprobar las actas de la sesión anterior, redactadas por el secretario, se abordan los asuntos generales y de régimen interno. Cuando el director indica que es el turno de «papeletas», se presentan enmiendas y sugerencias de nuevas entradas para el Diccionario. Después se examinan las propuestas de las comisiones. Concluidas las deliberaciones, las resoluciones, en el caso de que se produzca disparidad de criterio, se adoptan mediante votación.

Vista de la sala Dámaso Alonso

Para el mejor desarrollo de los trabajos que la Academia tiene encomendados, los académicos se reúnen en comisiones delegadas del Pleno, que tienen la misión de elaborar las propuestas que posteriormente son elevadas al Pleno a efectos de su ratificación, requisito necesario para su eficacia. Las comisiones se reúnen periódicamente, y siempre que lo disponga el director o lo solicite la mitad de sus miembros.

Hay comisiones ordinarias, destinadas a atender de manera continua los trabajos fundamentales de la Academia, y comisiones especiales, constituidas para la realización de funciones concretas, como dictaminar premios, realizar informes y estudios y otros trabajos semejantes.

Entre las comisiones ordinarias tienen particular relevancia las denominadas Comisiones del Pleno para el Diccionario, encargadas de revisar, por campos temáticos, las propuestas de enmiendas y adiciones relativas al Diccionario de la lengua española (DLE), así como la Comisión Delegada del Pleno para la coordinación de los trabajos académicos, que realiza una función de supervisión y armonización, al tiempo que se encarga de estudiar e integrar las contribuciones de las Academias de la ASALE.

Actualmente funcionan las siguientes comisiones ordinarias:

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