La región que constituye actualmente Georgia estaba en disputa durante el final del siglo XVII y el inicio del siglo XVIII, entre el Reino Unido y España.
Georgia prosperó a partir de la década de 1750, con el cultivo de arroz y maíz, convirtiéndose en un líder de la industria agraria de las Trece Colonias.
Tanto el Reino Unido como España reivindicaban Georgia.
La región que actualmente constituye los estados de Alabama y Misisipi, fue anexionada a Georgia.
La economía de Georgia, a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, dependía en gran medida del cultivo, procesamiento y de la exportación del algodón a países europeos.